Es necesario garantizar la transparencia del mecanismo, las medidas de comprobación y de control. "Una vez que se ha pagado hay que comprobar que los árboles siguen en su lugar" y asegurarse de que el dinero llega a las comunidades afectadas, señala Frances Seymour del Centro Internacional de Investigaciones sobre los Bosques (CIFOR). "Habrá que fijar claramente las reglas antes de decidir los objetivos", reconoció un negociador europeo antes de la apertura de las negociaciones.
En total en el mundo, los boques almacenan 400.000 millones de toneladas de carbono en el suelo y mantenerlos es poco costoso. "La REDD es la actividad más barata de reducción de los GEI y la más rentable", señala Arild Angelsen, experto noruego.
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